La Final del Siglo: Boca Juniors vs. River Plate en 1976
El 22 de diciembre de 1976, el fútbol argentino vivió uno de sus momentos más memorables: la final del Torneo Nacional entre Boca Juniors y River Plate. Este partido no solo fue significativo por ser la primera final mano a mano entre los dos gigantes del fútbol argentino, sino también por la manera en que se definió, con un gol icónico de Rubén “Chapa” Suñé.
Contexto Histórico
En 1976, Boca Juniors y River Plate eran los equipos más dominantes del fútbol argentino. Boca, dirigido por Juan Carlos Lorenzo, había ganado el Torneo Metropolitano de ese año y buscaba el bicampeonato. River, bajo la dirección de Ángel Labruna, también tenía un equipo formidable y había terminado primero en su grupo en el Nacional.
Ambos equipos llegaron a la final tras superar a rivales difíciles en las etapas previas. Boca eliminó a Banfield y Huracán, mientras que River dejó en el camino a Quilmes y Talleres de Córdoba. La final se disputó en el estadio de Racing Club, conocido como “El Cilindro”, ante una multitud que desafió el calor de diciembre para presenciar este histórico enfrentamiento.
El Partido
El partido comenzó con River Plate tomando la iniciativa. Juan José López, conocido como “Jota Jota”, estuvo cerca de abrir el marcador con un disparo desde fuera del área que fue desviado por el arquero de Boca, Hugo Orlando Gatti. La ofensiva de River, con jugadores como Pedro González, Leopoldo Jacinto Luque y Oscar “Pinino” Más, amenazó varias veces, pero no logró concretar.
Boca, por su parte, confiaba en su sólida defensa y en la capacidad de sus delanteros Ernesto “Heber” Mastrángelo y Darío Felman para definir. El mediocampo, liderado por Jorge Ribolzi, también jugó un papel crucial en mantener el equilibrio del equipo.
El Gol de Suñé
El momento decisivo llegó a los 27 minutos del segundo tiempo. Daniel Passarella, defensor de River, cometió una falta cerca del área sobre Carlos “Toti” Veglio. El árbitro Arturo Ithurralde, siguiendo las nuevas instrucciones de la FIFA, permitió que el tiro libre se ejecutara sin necesidad de tocar el silbato, siempre que se respetara la distancia reglamentaria.
Rubén Suñé, conocido por su apodo “Chapa”, aprovechó la distracción de la barrera de River y ejecutó el tiro libre rápidamente, sorprendiendo al arquero Ubaldo Matildo Fillol. El balón se coló en el arco y Boca se puso en ventaja 1-0. Este gol se convirtió en una leyenda, no solo por su importancia en el resultado final, sino también por la astucia y rapidez con la que fue ejecutado.
El Legado
El gol de Suñé y la victoria de Boca en esa final quedaron grabados en la historia del fútbol argentino. Fue un triunfo que consolidó a Boca Juniors como uno de los equipos más grandes del país y dejó una marca imborrable en la rivalidad con River Plate. La final de 1976 es recordada no solo por el resultado, sino también por la intensidad y emoción que caracterizaron a ese partido.
Para los hinchas de Boca, el gol de Suñé es un símbolo de ingenio y determinación, y la victoria en esa final es un motivo de orgullo que se celebra hasta el día de hoy.
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